ORDEN FRANCISCANA EN PARAGUAY

La Orden de San Francisco de Asís, aprobada en el año 1212 por el Papa Inocencio III, revolucionó el mundo con su pobreza y sencillez evangélicas.

Su presencia en América fue la más numerosa y una de las más eficaces en la evangelización de las nuevas tierras descubiertas por los europeos. Los franciscanos llegaron al Paraguay en la segunda mitad del Siglo XVI.

Uno de los grandes misioneros de esa orden fue el padre Alonso de San Buenaventura que es el verdadero apóstol del Paraguay. Compañero de Fray Luis de Bolaños, trajo a esta parte de América hasta 66 misioneros; entre ellos: los padres Martín Ignacio de Loyola, sobrino del fundador de los jesuitas, y Luis de Bolaños.

El franciscano Luís de Bolaños se destacó por crear la “reducciones”, que tan famoso habrían de hacer después a los jesuitas. Concibió la idea de “reducir” a los nómadas pobladores de la región en comunidades fijas y estables. Así fundaron una extensa red de pueblos. No utilizaron violencia sino persuasión. Con humildad, aprendiendo el idioma y comiendo los mismos frutos y la misma caza que los guaraníes, se ganaron su confianza.

En las reducciones se producía algodón, tabaco, yerba mate y otros rubros. El adoctrinamiento en Guaraní fue posible a partir de los estudios Lingüísticos de Bolaños la reducción a escritura de la lengua Guaraní, y traducción de oraciones y del catecismo aprobado por el Concilio de Lima en 1583.

 

Los Franciscanos y el patrimonio cultural religioso del Paraguay

Los primeros misioneros franciscanos no sólo evangelizaron a la población nativa, sino dieron a la identidad paraguaya un perfil propio, en una suerte de mestizaje cultural, como convergencia de lo hispánico con lo indígena.

La gran influencia de los franciscanos si hizo sentir en 1603, cuando fue convidado el Primer Sínodo de Obispos del Río de la Plata, en Asunción, por Fray Martín Ignacio de Loyola.

Allí fue aprobado el “Catecismo Breve”, la traducción al Guaraní del Catecismo de Lima (1583) hecha Bolaños, y se ordenó su uso para la enseñanza de la doctrina cristiana. Con su sistema de Reducciones abiertas, en comunicación con las organizaciones dependientes de la Corona Española, el trabajo de los franciscanos tuvo un excepcional resultado. Muchos de los pueblos originalmente Franciscanos conservan hoy no sólo aquella esencia colonial en la que el cántaro de agua fresca en el portón de la casa es una de las tradicionales más propias, sino también en la afición a imágenes talladas que son obras de arte de excepcional valor y belleza.

Hoy esas imágenes son componentes del patrimonio cultural religioso del Paraguay, en el estilo llamado Barroco Hispano-Guaraní. Los magníficos retablos de Yaguarón, Atyra, Tobatí y Piribebuy, que datan casi todos del siglo XVIII, las tallas de imágenes sacras y los exquisitos púlpitos que se encuentran en CapiatáValenzuela, Altos y otras localidades, son los elementos visuales de incomparable valor que testimonian la presencia franciscana en el Paraguay.

Poco se sabe de los artistas que trabajaron en la creación de tan preciosas obras, sólo conoce el nombre de Souza Cavadas, un portugués que realizó las magnificas tallas que están en las iglesias de YaguarónCapiatá y Santísima Trinidad (Asunción).

Los franciscanos entendieron también que el clima exigía construcciones simples y prácticas, adoptado en su arquitectura un sistema de corredores laterales, como espacio de transición entre el interior y el exterior, y como refugio de las lluvias y del ardiente sol. Ese estilo está presente en el templo de Yaguarón, un sencillo edifico en el que el exterior de maravillosas imágenes austero contrasta con profusión de dorados. Muchos de los pueblos del Paraguay todavía mantiene el plano urbanístico de las reducciones franciscanas con la iglesia aislada en la plaza y las tiras de casa., con corredores externos e internos, en torno de ella.

 

Fray Luis de Bolaños

Nació en España en el año 1550.

En el año 1575, llega a la ciudad de Asunción, siendo todavía un diácono

En el año 1585 fue ordenado Sacerdote.

Durante más de 50 años se consagró a la evangelización de los indios guaraníes.

En el año 1629, murió en la ciudad de Buenos Aires.

Él, como ninguno, conoció la geografía del Paraguay.

 

Bibliografía

 

·         Paraguay Turístico, publicaciones realizadas por el Diario Última Hora.